miércoles, 25 de noviembre de 2009

2 de Noviembre-Dia de muertos


El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto (zempasuchil o maravillas) y encienden velas.
También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser desde muy sencillos hasta muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las animas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.
El Día de los Muertos se celebra en México el 2 de noviembre. En este día, las familias mexicanas van a los panteones, visitan las tumbas de sus familiares, las limpian y tal vez pintan las lápidas, ponen flores, especialmente flores de muerto
(zempasuchil o maravillas) y encienden velas.
También en sus casas, las familias mexicanas hacen altares especiales, dedicados a sus familiares muertos. Los altares pueden ser de muy sencillos a muy elaborados, usualmente llenos de objetos que daban placer en vida a la persona muerta, incluyendo la comida y bebida favorita. Los altares dedicados a las ánimas de los niños muertos incluyen juguetes, dulces y otras golosinas.
Los altares u "ofrendas" también contienen objetos de figuras de azúcar o "alfeñique." Estos objetos pueden ser animalitos como borregos, platos de comida en miniatura (enchiladas de mole), ataúdes, a veces con calacas, y por supuesto, calaveras. Estas calaveras se hacen con una mezcla de agua hervida, azúcar glasé y limón, vaciado en unos moldes de barro, remojados en agua. Se decoran las calaveras con papel metálico para los ojos y un tipo de betún colorado para el cabello. Se pueden escribir nombres en las calaveras, y los niños mexicanos, muchas veces, intercambian estas calaveras con sus amigos.
También hay papel picado en las ofrendas. Esta arte de papel picado en México es una tradición muy antigua. El pueblito de San Salvador Huixcolotla, estado de Puebla, tiene fama por su arte fino de papel picado. Aunque el papel picado se usa como decoración en muchas fiestas mexicanas como bodas y bautizos, también este tipo de decoración, con temas del Día de los Muertos, es muy popular.

El culto de los muertos en otras culturas


En las culturas antiguas como la China y Egipcia el culto a los muertos es un símbolo de unidad familiar. Les rendían culto construyendo templos y pirámides.
En la cultura China por ejemplo, en los aniversarios, se quemaba incienso, se encendían candelas y colocaban ofrendas de alimentos sobre un altar. Eran los días en los que se recordaba las grandes deudas que se tenían con los antepasados.
Los antiguos egipcios creían que el individuo tenía dos espíritus. Cuando fallece, uno va al más allá y el segundo queda vagando en el espacio, por lo que tiene necesidad de comer. Consideraban que este espíritu vivía en el cuerpo que ellos cuidadosamente habían embalsamado, de esta manera el espíritu podía seguir existiendo. Este espíritu era quien recibía las ofrendas.

Los Aztecas Y El Culto A La Muerte
La fiesta de muertos está vinculada con el calendario agrícola prehispánico, porque es la única fiesta que se celebraba cuando iniciaba la recolección o cosecha. Es decir, es el primer gran banquete después de la temporada de escasez de los meses anteriores y que se compartía hasta con los muertos.
En la cultura Náhuatl se consideraba que el destino del hombre era perecer. Este concepto se detecta en los escritos que sobre esa época se tienen. Por ejemplo, existe un poema del rey y poeta Netzahualcóyotl (1391-1472): Somos mortales / todos habremos de irnos, / todos habremos de morir en la tierra... / Como una pintura, / todos iremos borrando. / Como una flor, / nos iremos secando / aquí sobre la tierra... / Meditadlo, señores águilas y tigres, / aunque fuerais de jade, / aunque fuerais de oro, / también allá iréis / al lugar de los descansos. / Tendremos que despertar, / nadie habrá de quedar.
Este sentimiento de la representación del destino se debe entender en el sentido de que el pueblo azteca se concebían como soldados del Sol, cuyos ritos contribuían a fortalecer al Sol-Tonatiuh en su combate divino contra las estrellas, símbolos del mal y de la noche o de la oscuridad. Los aztecas ofrecían sacrificios a sus dioses y, en justa retribución, éstos derramaban sobre la humanidad la luz o el día y la lluvia para hacer crecer la vida.
El culto a la muerte es uno de los elementos básicos de la religión de los antiguos mexicanos. Creían que la muerte y la vida constituyen una unidad. Para los pueblos prehispánicos la muerte no es el fin de la existencia, es un camino de transición hacia algo mejor.
Esto salta a la vista en los símbolos que encontramos en su arquitectura, escultura y cerámicas, así como en los cantos poéticos donde se evidencia el dolor y la angustia que provoca el paso a la muerte, al Mictlán, lugar de los muertos o descarnados que esperan como destino más benigno los paraísos del Tlalocan.


[Atado de Caña]



[Mictlantecuhtli]



[Momia prehispánica]

Los aztecas dividían el tiempo en siglos de 52 años. Al final de cada ciclo, celebraban una ceremonia llamada "la atadura de los años". En la escultura, cada ciclo está representado por un "atado de cañas". Este atado esculpido en piedra simboliza el fin de un cliclo azteca.


Mictlantecuhtli era el dios de los muertos. Los que morían de muerte natural iban al "Mictlan"


Los habitantes de mesoamérica creían que después de morir, continuarían viviendo en otro modo. los muertos eran enterrados con toda case de objetos que pudieran serles útil en su viaje al Mictlan.

El sacrificio de muerte no es un propósito personal; la muerte se justifica en el bien colectivo, la continuidad de la creación; importa la salud del mundo y no entraña la salvación individual. Los muertos desaparecen para volver al mundo de las sombras, para fundirse al aire, al fuego y a la tierra; regresa a la esencia que anima el universo.
Los sacrificios humanos se consideran como el tributo que los pueblos vencedores pagaban a sus dioses, y ellos a su vez alimentaban la vida del universo y a su sociedad.
Por otro lado, cuando alguien moría, organizaban fiestas para ayudar al espíritu en su camino. Como en la antigua cultura egipcia, los antiguos mexicanos enterraban a sus muertos envueltos en un "petate", les ponían comida para cuando sintieran hambre, ya que su viaje por el Chignahuapan (del náhuatl: nueva apan, en el río; o "sobre los nueve ríos"), parecido al purgatorio, era muy difícil de transitar porque encontrarían lugares fríos y calurosos.

La celebracion en la actualidad


Esta celebración conserva mucha de la influencia prehispánica del culto a los muertos, las encontramos en Tláhuac, Xochimilco y Mixquic, lugares cercanos a la ciudad de México. En el estado de Michoacán las ceremonias más importantes son las de los indios purépechas del famoso lago de Pátzcuaro, especialmente en la isla de Janitzio. Igualmente importantes son las ceremonias que se hacen en poblados del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca y en Cuetzalán, Puebla.
Sobre sus altares encienden velas de cera, queman incienso en bracerillos de barro cocido, colocan imágenes cristianas: un crucifijo y la virgen de Guadalupe. Ponen retratos de sus seres fallecidos. En platos de barro cocido se colocan los alimentos, estos son productos que generalmente ahí se consumen, platillos propios de la región. Bebidas embriagantes o vasos con agua, jugos de frutas, panes de muerto, adornados con azúcar roja que simula la sangre. Galletas, frutas de horno y dulces hechos con calabaza.

Sentido Mexicano De La Muerte
En el México contemporáneo tenemos un sentimiento especial ante el fenómeno natural que es la muerte y el dolor que nos produce. La muerte es como un espejo que refleja la forma en que hemos vivido y nuestro arrepentimiento. Cuando la muerte llega, nos ilumina la vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo la vida, "dime como mueres y te diré como
eres".
Haciendo una confrontación de los cultos prehispánicos y la religión cristiana, se sostiene que la muerte no es el fin natural de la vida, sino fase de un ciclo infinito. Vida, muerte y resurrección son los estadios del proceso que nos enseña la religión Cristiana. De acuerdo con el concepto prehispánico de la muerte, el sacrificio de la muerte -el acto de morir- es el acceder al proceso creador que da la vida. El cuerpo muere y el espíritu es entregado a Dios (a los dioses) como la deuda contraída por habernos dado la vida.
Pero el cristianismo modifica el sacrificio de la muerte. La muerte y la salvación se vuelven personales, para los cristianos el individuo es el que cuenta.
Las creencias vuelven a unirse en cuanto que la vida sólo se justifica y trasciende cuando se realiza en la muerte. La creencia de la muerte es el fin inevitable de un proceso natural. Lo vemos todos los días, las flores nacen y después mueren. Los animales nacen y después mueren. Nosotros nacemos, crecemos, nos reproducimos en nuestros hijos, después nos hacemos viejos y morimos. A menudo en un accidente perdemos a nuestros seres queridos, un amigo, un hijo o un hermano. Es un hecho que la muerte existe, pero nadie piensa en su propia muerte. En las culturas contemporáneas la "muerte" es una palabra que no se pronuncia. Los mexicanos tampoco pensamos en nuestra propia muerte, pero no le tenemos miedo porque la fe religiosa nos da la fuerza para reconocerla y porque quizas también somos un poco indiferentes a la vida, supongo que así es como nos justificamos.
El desprecio, el miedo y el dolor que sentimos hacia la muerte se unen al culto que le profesamos. Es decir, que la muerte puede ser una venganza a la vida, porque nos libera de aquellas vanidades con las que vivimos y nos convierte, al final, a todos por igual en lo que somos, un montón de huesos.
Entonces la muerte se vuelve jocosa e irónica, la llamamos "calaca", "huesuda", "dentona", la "flaca", la "parca". Al hecho de morir de damos definiciones como "petatearse", "estirar la pata", "pelarse" morirse. Estas expresiones son permiten jugar y en tono de burla hacer refranes y versos.
En nuestros juegos está presente con las calaveritas de azúcar o recortes de papel, esqueletos coloridos, piñatas de esqueletos, títeres de esqueletos y cuando hacemos dibujos en caricaturas o historietas.

El altar para el difunto.
En algunos hogares de México es costumbre poner el altar de muertos.
Antiguamente se ponía en la sala de la casa, a la vista de los visitantes y amigos. Hoy en día los podemos encontrar en el área más íntima de la casa.
La ofrenda del día de muertos es la esperanza viva de convivir al menos por un día con quienes desde lejos, de un lugar muy lejano y remoto, se les permite regresar a la tierra, aquí, a esta tierra de sabores, olores, colores, sonidos y texturas... donde tienen que reaprender los sentidos y experiencias que ya no les son útiles, o al menos, compartir con nuestros elementos, aquellos que seguramente también tuvieron alguna vez como nosotros, y es nuestra forma, única posible conocida, de asegurar la comunión en la festividad.
Por eso el color amarillo de la flor de zempaxochitl, para que puedan verlo con su mínima vista, y es entonces el camino de flores la guía primera que conduce al convite en la casa, donde el altar espera su llegada. Y necesario es también reconocer el olor de la propia casa, para que se sientan a gusto, para que se identifiquen y puedan disfrutar la estancia en el lugar de sus recuerdos. Por eso se recurre al uso del somerio o incienso, que debe ser encendido desde la propia casa y fundir ambos olores, para luego ser llevado al exterior, y así evitar que se pierda en el camino que ha de traerle de vuelta al hogar. Se dice además que el olfato es el único de los sentidos que se utilizan en el más allá, y se desarrolla para facilitar el regreso guiado por el aroma de la propia vivienda.
Pero no es solo el recuerdo de los sentidos y la vida terrena lo que permite la comunión. Es también necesario recordarles el mundo tal y como ellos lo conocieron, el mundo que abandonaron, tan lleno de materia, tan sensorial.
Se requiere la presencia entonces de los cuatro elementos con los que todo está formado, en conjunción: Agua, tierra, viento y fuego. Ninguna ofrenda puede estar completa si falta alguno de estos elementos, y su representación simbólica es parte fundamental de la ofrenda.
El agua, fuente de vida, en un vaso para que al llegar puedan saciar su sed, después del largo camino recorrido. El pan, elaborado con los productos que da la tierra, para que puedan saciar su hambre. El viento, que mueve el papel picado y de colores que adorna y da alegría a la mesa. El fuego, que todo lo purifica, y es en forma de veladora como invocamos a nuestros difuntos al encenderla y decir su nombre.
Luego, presentar los manjares que se preparan especialmente es el ágape en mayor esplendor de toda la fiesta. Dependiendo de los recursos y la zona geográfica, rondan los tamales y los buñuelos, el café y el atole, los frijoles y las corundas, el mole y las enchiladas, comida que el difunto acostumbraba y "que no se te vaya a olvidar aquel guisado que tanto le gustaba a tu abuelo, ya ves que siempre se lo hemos puesto en su altar". Hay que servir los alimentos calientes, para que despidan más olor, y puedan así disfrutar del banquete.
No puede faltar la foto de la abuela, el sombrero del tío o la sonaja con la que el bebe no jugó. Calaveras de azúcar con los nombres de los convidados y calabaza en tacha, dulce típico de la época. Imágenes de santos, para que los acompañen y guíen por el buen camino de regreso.
Para los niños, dulces y fruta, para los adultos, cigarros y tequila. Para todos, la esperanza de tenerlos en la mesa una vez más, compartiendo un breve instante de tiempo, de nuestro tiempo como nosotros al fin lo conocemos...

Las calaveras

Más allá del tzompantli o muro de las calaveras del glorioso México-Tenochtitlan, el cual representaba importantes eventos bélicos así como el sacrificio de jefes adversos al Imperio, encontramos en el México poscolonial una suerte de calaveras que dista "tan sólo un poco" de aquellos valetudinarios significados. Y es que hoy, en festivos versos llamados "calaveras" se encuentran los epitafios, que de manera graciosa e incluso pueril, nos hablan de los personajes vivos a quienes dichas composiciones están destinados con la intención de criticarlos, zaherirlos o simplemente reírnos de ellos.


La calavera a la prepa Por rumbos de la escuela,
dicen que anda la muerte,
con gran cantidad de ganas
y con muy poco de suerte.

En las aulas de la Prepa
son muy afortunados,
pues dicen que la muerte
les hace los mandados.
Al panteón de la ciudad,
a los maestros se llevaron
y a los chavos de la Prepa,
sin estudios los dejaron.

Los estudiantes, descontentos,
con la huesuda se enojaron
y en la puerta de la Prepa,
a patadas la sacaron.


Quetzalcóatl Madrigal Orduña
4º lugar, concurso de calaveras 97



Claro, no podían dejar de recibir el nombre de "calaveras" aquellas creaciones de dulce que tras haberse disuelto el azúcar en agua y secado con posterioridad en moldes diseñados ad hoc, son finalmente engalanadas con azúcar coloreada y papel plateado, llevando honrosamente en frente el nombre del feliz comprador.

Velacion


Es el primero de noviembre, en el cementerio de Janitzio la luz rosada del nuevo día ilumina las pequeñas figuras envueltas en sus rebosos, sentadas silenciosamente ante las tumbas. Los niños, con sus ojos cargados de sueño, llegan con sus padres a rendir homenaje a la memoria de sus muertos.

Es el primero de noviembre, y se inicia así la Velación de los Angelitos.

Si desea saber más sobre el ritual de los niños vaya a nuestra sección de Libros y solicite “La Velación de los Angelitos”. Llame al (408) 436-7850 extensiones 202 , 203 o envíe un correo electrónico usando el formulario de contacto.

Por dos días y dos noches, a través de todo México, se realizan vigilias en honor de parientes fallecidos. En algunas regiones, la velación se realiza en el cementerio, en otras regiones se realizan en casa, pero la tradición es la misma. Dar la bienvenida y compartir algunos momentos con las almas de familiares y amigos.

Aunque la tradición varía, las velas, flores y comida para recibir a las almas que regresan, es universal. También universal es el sentimiento de tristeza y pérdida, unidos a la alegría por la oportunidad de revivir y recordar las creencias, de aquellos que no pueden ser vistos, aunque se puede sentir su espíritu.

Calaveras de azucar,juguetes y calacaz

Durante la Celebración del Día de Muertos, las calaveras de dulce son preparadas de diferentes tamaños. El azúcar se disuelve en agua hasta obtener un jarabe muy espeso que se vierte en moldes. Cuando el azúcar se seca se decora con filigrana de azúcar coloreada y recortes de papel brillante de diferentes colores, sin dejar de colocar en la frente del cráneo un nombre de pila. El comprador así puede regalarla a un amigo o pariente para que se “coma su calavera”.

Sirve también para los arreglos del altar, representando a los muertos que se recuerdan. Los esqueletos se encuentran por cantidades en esculturas de papel maché y en juguetes. Todas ellas expresando la dualidad de la vida y la muerte de la existencia humana. Esto sucede por cierto en la Ciudad de México donde el arte de las figuras representando la muerte ha crecido, pudiendo admirarlas en galerías y museos.

Calaveras de azucar,juguetes y calacaz

Musica, bailes y canciones


El Uso de Máscaras
Las máscaras desempeñan un papel muy importante en las danzas de temporada de Día de Muertos, donde las almas de los niños y los adultos, mujeres y hombres, deben ser representadas.

Se entiende que en comunidades tradicionales donde a las mujeres no les permiten bailar en público, los hombres y niños necesitan representar sus papeles. Los que personifican a un antepasado que regresa, deben vestirse para simbolizar su presencia y mantener sus rostros bajo cubierta de facciones artificiales, ya sea ocultas por el maquillaje, una bufanda o una máscara. Estas últimas son hechas de diferentes materiales, incluyendo madera tallada, plástico, tela pintada o cañas entretejidas. Las danzas de los enmascarados van de lo serio a lo burlesco. En comunidades rurales los políticos y líderes del pueblo sienten el placer de bailar de incógnito representando el espíritu de una mujer.

Ofrendas que lleva un altar de muertos


Velas: Sus llamas representan la ascensión del espíritu, también significan luz, guía del camino.Se utilizan cuatro velas principales formando una cruz orientada a los cuatro puntos cardinales.

Olla: Al lado del altar se pone una olla de barro sobre un anafre con hierbas aromáticas: albahaca, laurel, romero, manzanilla y otras más.

Papel en forma de cadenas: El color debe ser morado(color de luto de la Iglesia Católica) y amarillo(representa el luto prehispánico ) que significan la unión entre la vida y la muerte.

Papel picado: De colores amarillo y verde, su significado es dar colorido y alegría de vivir.Se cree también que a través del papel picado pasan los espíritus de los difuntos, por esta razón se colocan también en las puertas y colgados de la pared.

Flores: Dan la bienvenida al alma, adornando y aromatizando el lugar durante el tiempo en que viene de visita. La flor blanca representa el cielo; flor amarilla la tierra y la morada el luto. La flor de muerto es el Xenpaxuchil.

Lienzo blanco: Representa la pureza, el cielo.

Cirio(vela más grande y ancha): Representa el alma sola.

Incienso de copal: El humo del incienzo simboliza el paso de la vida a la muerte.

Maíz: Representa la cosecha.

Frutas: Regalos de la naturaleza. Generalmente son cañas de azúcar, naranjas, tejocotes y jícamas.

Calaveras de azúcar: Sin son de tamaño mediano se colocal en el nivel superior, su presencia es una costumbre indigena que hace alusión a la muerte. Las calaveras pequeñas se colocan en nivel bajo, son dedicadas a la Santísima Trinidad, y una grande en el mismo nivel, al Padre Eterno. Algunas personas les ponen el nombre de la persona viva o muerta a quien se van a ofrecer el altar.

Agua:Significa vida y energía para el camino. Colócala en recipientes de vidrio transparente.

Platillos: Son para agradar al difunto, aquellos que más le gustaban.

En algunos altares se coloca licor, el tequila preferiblemente. Es una invitación para que el alma recuerde los grandes acontecimientos agradables durante su vida y decida visitar a los vivos.

Fotografía de la persona a quien se dedica el tributo.

Un Cristo: Para que haya bendiciones.

Una cruz de cal o cuatro velas: Simboliza los 4 puntos cardinales, para que el ánima pueda orientarse hasta encontrar su camino y su casa.

Una cruz de ceniza: Se coloca por si el ánima se encuentra en el purgatorio, ayudándolo a salir de ahí para continuar su viaje.

Sal: Evita que el cuerpo se corrompa.

Una vara para liberar al muerto del demonio y los malos espíritus.

Objetos personales del difunto(ropa, zapatos, accesorios, en caso de ser niño juguetes, dulces y alfeñiques.

NOTA:
Si el altar se realizó en el panteón, las personas velan durante la noche en la tumba esperando que el espíritu de su muerto baje y disfrute de su ofrenda.
Se cree que si se prueban los alimentos una vez que el "alma" ha visitado su altar, éstos ya no tienen olor ni sabor, debido a que el espíritu ha consumido su "esencia".

Como elaborar un altar de muertos , significados.


Altar de un nivel

Un altar simple es aquel que sólo tiene un nivel. Sobre una mesa cubierta con un mantel se pone una fotografía de la persona fallecida, se adorna con flores, velas y algunos recuerdos de esa persona, como su ropa, comida o bebida favorita.

Altar de dos niveles

También se realizan altares de dos niveles los cuales representan el cielo y la tierra.

- El cielo esta representado por una mesa , donde se localizan las imágenes de los muertos a quien se les rinde culto y los símbolos de fé, así como los elementos agua y fuego representados por líquidos como el atole, pulque, agua u otras bebidas, y por velas y veladoras.

-Sobre el suelo, ue representa a la tierra, se colocan los elementos que simbolizan el aire y la tierra como incienso y mirra, semillas y frutas.

Altar de tres niveles

Estos niveles según los Aztecas representan el Cielo, la Tierra y el Inframundo.

- Cielo: Los adornos que están sobres la mesa, aquí se puede colocar un arco simulando la bienvenida a los fieles difuntos.

- Tierra: La mesa dividida en cuatro puntos cardinales, caminos a donde van los muertos según la forma en que se muere. Si la persona murió a causa de rayos, lluvia, inundaciones o ahogados van al Este. Al Oeste van las mujeres que mueren luchando por la vida o en el parto. Al Norte va la gente común y corriente y al Sur van las almas de los guerreros y las de los bebés.

Ubicación de las ofrendas:Sobre la mesa distribuida en cuatro partes se coloca:

a) Del lado superior izquierdo (al este): Elementos que tienen que ver con el agua, la primavera y el color amarillo, se sugiere una jarra de agua.
b) Del lado superior derecho (al norte): Elementos que se relacionan con el aire, el invierno y el azul. Aqui se puede colocar el incienso.
c) Extremo inferior izquierdo (al sur): Significa la Tierra. Se relaciona con el verano y con el color verde. En este espacio coloca objetos de barro.
d) Lado inferior derecho (al oeste): Se relaciona con el fuego, el otoño y el color rojo, Coloca en este lado las velas y veladoras.

- Inframundo: Esta debajo de la mesa. Aqui se puede colocar un petate.

En relación a este altar otras significados de los niveles son: La parte alta representa el cielo y ahí se colocan las imágenes de los santos, en medio está el limbo y ahí va la foto de los muertos que aun están "purgardo" y la tercera es la tierra y en ella se colocan todas las ofrendas.

Altar de 7 niveles

El altar que consta de 7 niveles o escalones representan los 7 niveles que tiene que pasar el alma de un muerto para poder descansar en paz.

Para realizar este tipo de altar se requiere de un espacio amplio, el cual debe ser barrido con hierbas aromáticas hacia los cuatro vientos un día antes del día de muertos.

Para construir el altar se inicia con su estructura, para ello se pueden usar cajas de cartón, madera o lo que se encuentre a fin de que los 7 niveles queden bien cimentados, sólo recuerda que el septimpo nível debe quedar casi a la altura del suelo, enseguida se pone el sexto nivel que es un poco más chico que el primero y así sucesivamente hasta llegar al primer nivel. Cada escalón debe forrarse con tela negra y blanca.

Escalones del altar y sus significados

De acuerdo al tradicional altar de siete niveles, cada escalón tiene un significado y debe contener ciertos objetos en específico: *Primer escalón: Se coloca la foto del santo o virgen de la devoción.
*Segundo escalón: Esta destinado para las ánimas del purgatorio: Sirve para obtener la salida del purgatorio del alma de nuestro difunto por si acaso se encontrara ahí
*Tercero: En este se coloca la sal para los niños del purgatorio.
*Cuarto:Lugar del pan de muerto, elemento principal de la festividad. Se ofrece como alimento de las almas que vienen al altar.
. *Quinto: Comida y fruta que fueron los preferidos por el difunto.
*Sexto: Foto del difunto a quien se dedica el altar .

*Séptimo: Se coloca una cruz formada por semillas o frutas como tejocote y limas.

Altar de muertos

Sitio sagrado donde los vivos honran a los muertos.

El 2 de noviembre la gente acude a los panteones para adornar las tumbas de sus seres queridos, comer con ellos y algunos más aprovechan para construir en torno a ellas un altar muy peculiar y significativo, porque a través de imágenes, objetos, olores y sabores nos dan una idea de como fue y lo que le gustaba a esa persona en vida.

La confección de un altar puede ser muy variado, cambia de acuerdo a la situación geográfica, el presupuesto y porque no del gusto, iniciativa e imaginación de cada quien. Aún así, independientemente del tamaño elegido, lo importante a la hora de elaborarlo es no olvidar colocar los objetos más elementales.

Origen


El origen del día de muertos es incierto, se cree que se remota al llamado Festival de muertos celebrado entre los aztecas durante los meses de julio y agosto, como una fiesta para celebrar el final de la cosecha de maíz, frijol, garbanzo y calabaza, que formaban parte de la ofrenda a la diosa Mictecacihuatl, guardiana del noveno nivel del infierno, llamado Mictlán.

Esta tradición se mezcla con la costumbre prehispánica de enterrar a los muertos con objetos, comida y ofrendas para su viaje a la otra vida. Según la tradición, al morir las personas pasan al reino de Mictlán donde tienen que estar un tiempo para después ir al cielo o Tlalocan. Durante este viaje necesitan comida y agua; veladoras para alumbrarse; monedas para pagar por cruzar el río antes de llegar a Mictlán y un palo espinoso para ahuyentar al diablo

El rendir culto a los muertos de una manera partícular se hacia también en otras culturas antiguas como la de China y Egipto, donde se construían templos y pirámides.

miércoles, 7 de octubre de 2009

dia de muertos


El Día de Muertos es una celebración mexicana, ejemplo de sincretismo entre las culturas prehispánicas y española, que honra a los difuntos el 2 de noviembre, comienza el 1 de noviembre, y coincide con las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. Es una festividad mexicana y centroamericana, se celebra también en muchas comunidades de Estados Unidos, donde existe una gran población mexicana y centroamericana. La Unesco ha declarado esta festividad como Patrimonio de la Humanidad. El Día de los Muertos es un día festejado también en el Brasil, como Dia dos Finados.
Los orígenes de la celebración del Día de Muertos en México son anteriores a la llegada de los españoles. Hay registro de celebraciones en las etnias mexica, maya, purépecha, nahua y totonaca. Los rituales que celebran la vida de los ancestros se realizan en estas civilizaciones por lo menos desde hace tres mil años. En la era prehispánica era común la práctica de conservar los cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban la muerte y el renacimiento.
El festival que se convirtió en el Día de Muertos era conmemorado el noveno mes del calendario solar mexica, cerca del inicio de agosto, y era celebrado durante un mes completo. Las festividades eran presididas por la diosa Mictecacíhuatl, conocida como la "Dama de la Muerte" (actualmente relacionada con "la Catrina", personaje de José Guadalupe Posada) y esposa de Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Las festividades eran dedicadas a la celebración de los niños y las vidas de parientes fallecidos.

dia de muertos



Las visitas de las Almas

Se tiene la creencia de que el día 28 de octubre llegan las almas de las personas que murieron trágicamente o de "desgracia", el día 29 de octubre no viene nadie y el día 30 de octubre llegan las almas del limbo (estas son las almas de los niños o personas que murieron sin recibir el sacramento del bautismo)el día 31 de octubre llegan las almas de los niños y se van el día 1 de noviembre durante la noche los niños salen a pedir "la calaverita" que consiste en pedir de casa en casa limosna para comparar ceras y encenderlas en el templo para las animas o almas olvidadas o que quizá no se sabe que han muerto, y al encender la luz ellas tendran luz.El día 1 de noviembre llegan las almas de los adultos, y se van el día 2; éste día a partir de las 4 de la tarde se lleva a cabo la tradicional "levantada de la ofrenda" y se come y comparten las viandas que se pusieron en la ofrenda.